Cuarenta y ocho años. Una preciosidad de mujer.
Una voz llena de caudal, estruendosa en su potencia, que podía con todo.
Una preciosidad de mujer. Cuarenta y ocho años.
Cuarenta y ocho años. Una preciosidad de mujer.
Una voz llena de caudal, estruendosa en su potencia, que podía con todo.
Una preciosidad de mujer. Cuarenta y ocho años.