Equivocarse. Curioso verbo.
Si se dice en presente o en presente continuo, la equivocación está en trance de ser perpetrada. Entonces, si no se pone remedio a la equivocación nada más advertirse – o sea, según se está pronunciando la frase -, es como para dar de tortas al equivocando. ¿O me equivoco?
Si se dice en futuro, en cualquiera de los futuros posibles, ya sea simple, compuesto o continuo, uno mismo se da el tiempo de evitar la equivocación, que cree cierta, o de avisar al menos a las segundas o terceras personas. Y si no lo evita, sabiendo que se equivocará él u otros, incluso yo misma, igualmente será como para dar de bofetadas al futuro equivocando, que les recuerdo que puedo ser yo misma.
Ahora bien, si se dice en pasado, tiene todo el sentido porque ya no tiene remedio y la equivocación se ha revelado como segura y comprobada. Pero, amigos, en pasado también tiene su aquel. Porque utilizado en primera persona indica lucidez, en segunda persona refleja reproche y en tercera persona, cobardía. Porque si él se equivocó, o se equivocaron ellos ¿Por qué no se lo dices a la cara? ¿Eh? A ver ¿por qué?
Ah, la gramática.