Antes de que me regañe una muy querida amiga por enviar «felicitaciones informáticas», les diré que por estas fechas suelo enviar tarjetas a las personas de mi entorno. No a todo el mundo, pero sí a muchas personas a quienes a lo largo del año no tengo ocasión de darles ni siquiera una frase, una simple frase pensada exclusivamente para ellos. Yo lo llamo «fiche» o «fish», y creo que hacer ver a alguien que, aunque solo sea por un momento has pensado sólo en él, sólo en ella, y en nadie más es un bonito regalo. No siempre se percibe de este modo. Por lo general, el asunto pasa con más pena que gloria, vivimos en una época en la que hay mucho ruido en el ambiente. Pero cuando se percibe, quiero pensar que es mágico. Y yo a cambio recibo de vuelta una sonrisa, un guiño, una breve frase, y eso desde luego es mágico.
Pero esto es un blog, y no conozco a la mayor parte de mis lectores, que entran silenciosamente cada día o que reciben la entrada en el reader. ¿Cómo enviar la «fish» entonces? ¿Qué os puedo desear para 2012? Os desearé lo mismo que me gustaría tener a mí: Amistad y alegría, poder sentir el cariño, y salud para disfrutar de la vida.
Y trabajo. No es difícil comprender por qué una maldición divina («Ganarás el pan con el sudor de tu frente…«), se convierte en el deseo más repetido en este final de año. La angustia del que no tiene trabajo, el derroche insoportable de tanto talento en nuestro mercado y en las empresas son dos caras de la misma moneda. Una mala moneda que cotiza en la penuria. Y por eso hoy yo quiero dedicar este post a mis maravillosos amigos emprendedores, que me regalan su ilusión y que me permiten alegrarme de sus éxitos, que me dejan escuchar cómo solventan sus problemas, que me dejan aprender cada día una nueva idea, una nueva reflexión, una nueva solución, que me provocan tanta admiración y en los que creo sin poner condiciones. Dejaron la comodidad para emprender en medio de la crisis, han tenido la valentía de creer en sí mismos y han sabido salir adelante, describiendo un sueño y creando una gran ilusión a los que tenemos el privilegio de estar a su alrededor.
De esta pasta está hecho el futuro. Ese maravilloso futuro que yo deseo de corazón para todos ellos y también para todos nosotros.
Feliz 2012.