Yes, we can

Sigue siendo una maravilla, desde un punto de vista artístico y publicitario. Pero visto de nuevo, con la perspectiva que da el tiempo presente, no puedo dejar de pensar que tal vez deberían haber cantado «yes, we want». Y así, de ese modo, no se hubiera convertido tan rápidamente en un clásico del marketing político. Pity…