Abucheos comme il faut

Vivo cerca de la Plaza de Lima, por lo que no tengo que leer la prensa para saber que un equipo viene a jugar contra el Real Madrid, o que se acaba la Vuelta Ciclista, o que es el Día de la Patria. No me quejo en absoluto porque tiene la ventaja de que si te apetece ir solo tienes que acercarte.

Desde mi terraza no se oyen los goles del Bernabéu, pero sí los de la selección cuando pusieron la carpa aquella. Se oyen los vítores a los ciclistas y se distingue perfectamente cuándo pasa un tanque. Cuando pasa un F18 también se oye en mi casa. Y en Segovia, seguramente…

Hoy he sabido de manera precisa cuándo y quién había llegado a la tribuna del Desfile de las FFAA. Hay quien dice que los abucheos están mal, que no es lugar ni momento. Si es el caso entonces, una forma de evitarlos sería recibirlos en otro sitio. Pero nuestros presidentes en su segunda legislatura suelen comportarse como entomólogos cautivos y solo salen del Palacio para ir a sus propios mítines. Y así no hay manera de abuchear a nadie comme il faut.

PS: Igual un día de estos comento los desfiles coreanos. Pero tengo que esperar a que se me pasen las telarañas que se me pusieron en el cerebro después de verlo en la tele…